MARTIN, PESCADOR DE GOLES

Se hizo grande en Estudiantes. Pero la fama llegó con la camiseta de Boca. Amor que no se cortó no obstante su paso por el fútbol español. Martín Palermo es hoy el sinonimo del gol con la casaca auriazul. Y hasta le dio una mano histórica a la Argentina para llegar a Sudafrica.
Pocos como él. Original e inédito. Capaz de convertir un penal con ambos píes ( como ante Platense en cancha de Velez, años atrás ) o de errar tres en un mismo partido con la casaca blanquiceleste ( Copa América frente a Colombia en Paraguay). Tan particular que aún se rememora su gol- lesionado seriamente - frente a Colón, en Santa Fé que le otorgó un título a la escuadra por entonces dirigida por Carlos Bianchi. O aquella lnoche de Copa Libertadores de América, cuando frente a River, en la Bombonera, volvió cuando nadie lo esperaba y en el último minuto sentenció un lapidario 3-0. Palermo siempre fue así. Un auténtico Martín pescador de goles.
La noche del lunes 12 de abril pasó a ser el gran goleador de Boca en la historia. Mas allá del 4-0 a Arsenal, su publico le demostró una vez más el afecto que solo le brinda a los idolos.
La relación Palermo- Boca recuerda a otros grandes idilios de la número doce y los goleadores. La más reciente, acaso, sea con Paulo Valentim, aquél "9" brasileño que se caracterizó por sus conquistas ante el gran Amadeo Carrizo. O la más lejana con "Pepino" Borello, un bahiense que se hizo gran goleador de Boca también frente al arquero "millonario". Más lejos aún, se gritaban los tantos de Severino Varela , "Pancho" Varallo o Roberto Cherro.
Palermo unió todos los tiempos. A su manera, distinta, rara, inconfundible. Pero capaz de seducir, como ninguno, al hincha. El que ya lo eligió con la devoción que nada ni nadie podrá destruir.